domingo, 4 de octubre de 2009

¡La justicia es una perra negra!



para tus manos extendidas
para sus ladridos de perro mayor
y para su cola metida justo
…justo en pleno de mi vacío
(…bueno, ya no tanto)

desde mi sesgada perspectiva, creo que “justicia” y “humildad” son a mi juicio, que goza de muy mala reputación, los conceptos con mayor dificultad para acceder a su definición, comprensión, integración y por supuesto, aun más a su aplicación; esta vez sólo me referiré al primero; Facundo Cabral decía: “la Justicia es una vieja que viste harapos, la conocí en la bohemia y me dijo: tengo tres hijos: el primero se volvió loco, el segundo lo han crucificado y el tercero… el tercero no ha llegado”

ella tiende a ser exigida y demandada, hay que considerar que cualquiera de estas acciones atenta directamente en la esencia del concepto en su significado: “lo que YO le debo al otro”, es imperativo y de carácter autoexigente, no quiero pensar en las conductas aprendidas en forma punzante y vertical, que en nombre de la “justicia” se ostentan y profesan, como “solidaridad” y/o “limosna”, convirtiéndonos en almas elevadas… por sobre el otro… ¡qué justo!.

toda esta introducción, es sólo un marco alegórico para compartir un evento que ha golpeado dulcemente mis días, les podrá parecer un estado eufórico propio de un depresivo en su etapa maniaca, en un infructuoso afán de tejer redes invisibles, pero por formación… ¿o deformación?, me niego a creer en casualidades, me gusta mucho más la idea de acto simbólico, o desde una perspectiva junguiana, trato de hacer lectura al inconsciente colectivo

-es una labrador, negra… es tuya- me ve y mueve la cola, es rápida para aprender, una hedonista en su naturaleza, está algo rechonchita y se ve divertida cuando come sentada; había tenido dos gatos, uno era “Azrael”, que es un demonio del desierto y su hijo “Mara”, que es un demonio en la India, mi idea era continuar la descendencia demoníaca, pero la sugerencia me resultó agradable –Dana, creo que tiene una “h” en alguna parte, tal vez quiera decir algo- el diccionario etimológico acusó su origen Hebreo, Dana, sin h, quiere decir “Justicia” y llegó metiendo su oscura cola en mis días, sin esperarlo y sin aviso.

-GRACIAS-

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