martes, 21 de septiembre de 2010

silencio a tres voces... y dos tiempos



hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato

Miguel Hernández



he dividido mi esquema mental,
como a un escenario Ramón Griffero
ingresé desde la esquina derecha y adelante
en forma diagonal
hacia el recuadro izquierdo atrás

vestida de un desnudo pudoroso casi pueril
en actitud temblorosa y animal

el labio superior levantado
convulsivamente
dejando ver los colmillos

…te presiento
… te huelo

ayer encontré los restos de una mariposa
entre nuestras sábanas blancas

y un latido insultante
como un trueno al cielo
como la supuración de las carnes
violentadas desde dentro

-HE PECADO-
(no hay tono en la línea)

fetos añejos, escondidos,
arrebatados por las sombras
que irrumpen el frío del cuarto carpiano

…si no estás entre mis piernas
eres demasiado lejos

de espalda el hijo deja caer entre sus piernas
una muñeca sin párpados
pondrá su puño dentro de mis fauces
arrastrando sus rabias
por la superficie áspera de mi lengua inerte
ojos húmedos en los bordes
contrastan el fondo de corneas pulidas en hielo seco

late en voz evidente

-NO HAY PALABRAS-

ceño fruncido en halo inquisidor

-TRAGADO EL VERBO-

su silencio introspectivo aulló en el mío
… justo en medio de mi palma abierta tras la nuca húmeda
.
.
.

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